Día Mundial de la Esclerodermia

Escrito por nutriciónalas6 el lunes, 29 de junio de 2015 | 6:00:00

¡Buenos días! Hoy es el Día Mundial de la Esclerodermia, bajo el lema “Descubre la Esclerodermia”, y por ello hoy os quería dar unas pequeñas pinceladas de en qué consiste esta enfermedad y a nivel dietético qué se puede hacer para mejorar los síntomas.
¿Qué es?
Es una enfermedad crónica, autoinmune, incluida dentro de las enfermedades reumáticas. Forma parte de las llamadas enfermedades raras, ya que afecta a 3 de cada 10.000 habitantes, siendo más frecuente en mujeres (4 a 1) entre los 30-50 años.
Su causa se desconoce, pero los estudios actuales apuntan a un origen multifactorial en el que se ven implicados tanto factores genéticos como ambientales.
En su desarrollo hay alteración a tres niveles:
  • Afectación vascular.
  • Cambios inflamatorios (fibrosis).
  • Alteración autoinmune.
Afecta comúnmente a la piel en forma de endurecimiento de la misma,  de  ahí el nombre de la enfermedad, pero también se pueden ver afectados los órganos internos.
Existen varios tipos ya que los síntomas y manifestaciones pueden variar en función de la persona. No obstante, a grandes rasgos podríamos diferenciar dos tipos:
  • Esclerodermia localizada (afecta solamente a piel).
  • Esclerodermia sistémica (afecta a órganos internos).
    • Esc. Sistémica limitada.
    • Esc. Sistémica difusa.
Síntomas
Los síntomas, como ya he mencionado antes, son muy variables de unas personas a otras desde su inicio, y según qué órganos estén afectados a lo largo de su evolución. Es por tanto una enfermedad muy heterogénea.
A nivel general podemos apreciar cansancio o falta de energía, artralgias con o sin inflamación, mialgias con o sin pérdida de fuerza, hinchazón de manos o pérdida de peso.
Otros síntomas son:
  • Manifestaciones cutáneas: endurecimiento de la piel, cambios en la pigmentación, depósitos de calcio, arañas vasculares…
  • Fenómeno Raynaud: tiene una frecuencia muy alta, en el 90% de los casos. Consiste en el cambio de coloración de los dedos de manos y pies por factores como el frío o el stress. Este síntoma de los dedos puede dar lugar a hinchazón de dedos, dolor, úlceras cutáneas de difícil cicatrización e incluso gangrena.
Y según la afectación de órganos internos los síntomas que encontramos son:
  • Afectación pulmonar en forma de fibrosis pulmonar e hipertensión pulmonar con dificultad para respirar al realizar algún esfuerzo y tos.
  • Afectación del aparato digestivo, siendo uno de los afectados más comunes el esófago, dando problemas para la deglución por endurecimiento del mismo, reflujo, ardor… Entre otros síntomas relacionados con otros tramos del aparato digestivo encontramos estreñimiento, diarrea o incontinencia por afectación del intestino e incluso malabsorción (disminución de absorción de nutrientes), derivando en pérdida de peso y episodios repetidos de infecciones bacterianas intestinales. 
  • Afectación cardíaca, pudiendo dar lugar a alteraciones del ritmo cardíaco como taquicardias, arritmias y bloqueos de rama.
  • Afectación renal, que puede ser causa de HTA (hipertensión arterial) y fracaso renal.
Otros síntomas que pueden aparecer son infecciones de repetición y síntomas psiquiátricos.
Tratamiento
Aunque no existe un tratamiento curativo para la esclerosis sistémica, durante los últimos años, numerosas terapias han demostrado su eficacia en  algunas manifestaciones de la enfermedad. Cada manifestación requiere un seguimiento y tratamiento específico.
A nivel farmacológico actualmente se recurre a vasodilatadores, anti-fibróticos e inmunosupresores.
Desde la nutrición se está estudiando el beneficio del consumo de alimentos con propiedades antioxidantes, no obstante es fundamental mantener una alimentación equilibrada y que cubra las necesidades tanto energéticas como de macro y, especialmente, micronutrientes. Por esto es fundamental que una parte importante de la dieta esté compuesta de frutas y verduras.
Como medidas antirreflujo debemos:
  • Evitar las comidas abundantes, realizando comidas más frecuentes pero de menor cantidad, y evitar determinados alimentos que puedan favorecer la pirosis como las grasas, las comidas muy condimentadas, el chocolate, las bebidas  gaseosas, el café, el té, etc.
  • Masticar la comida bien.
  • Evitar acostarse justo después de las comidas. Especialmente en la cena se debería esperar unas 2-3 horas.
  • Elevar la cabecera de la cama.

Con esto me despido haciendo una pequeña apreciación y es que, aunque esta enfermedad afecta a un número reducido de personas en proporción, no quiere decir que no se deba estudiar, cuanto más sepamos de estas enfermedades mejor podremos tratarlas, mejorarlas e incluso, seguro, que podría encontrarse curación.
Hasta el próximo post. :)
Realizado por Tamara Valencia Dueñas
Fuentes

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