¡Buenos días! Empezamos una nueva semana y hoy me gustaría retomar un
tema que empezamos hace ya un año; en
este post hablábamos de las distintas guías alimentarias y de las novedades
propuestas por la SENC (Sociedad Española de Nutrición Comunitaria). Hoy, con
dicha nueva pirámide en la mano, quisiera analizar con mayor detenimiento
aquellos cambios de los que hablábamos.
Fuera de la pirámide encontramos las recomendaciones generales:
- Ingesta diaria de 3 a 5 comidas.
- No perder la alimentación tradicional intentando que ésta sea sostenible, equilibrada, confortable, con tiempo y sin olvidarnos del entorno social y familiar.
Comenzamos la pirámide de una forma distinta, y es que la base no
consiste en un grupo o grupos de alimentos, la base son los hábitos de vida
saludables. Empezamos por incorporar la realización de actividad física
para todos los miembros de la familia, con una duración mínima de 60 minutos
diarios, en los que dicha actividad se basa en el movimiento sin que
necesariamente sea una actividad intensa, y sin olvidarnos de una adecuada
hidratación.
Como ya dijimos, parte de esta base, y de gran importancia, es el equilibrio
emocional. El estado de ánimo de cada uno influye directamente en
nuestros hábitos alimentarios, el estrés, pilar fundamental a combatir en
nuestro día a día, puede llevarnos a decantarnos por aquellos alimentos menos
saludables y en cantidades nada apropiadas, o por el contrario puede hacer que
perdamos el apetito; ambos son estados con los que debemos tener cuidado y no
solo por el control de peso sino por salud.
Si hablamos del estrés y del exceso o defecto de consumo de alimentos se
llega a la conclusión de que debemos mantener un equilibrio energético en el que
la ingesta sea acorde al gasto de cada persona, contando con la forma de
preparación de los alimentos que debe adaptarse y ser la adecuada
para el alimento escogido, de esta forma contribuiremos a mantener un estado de
salud óptimo.
Siguen estando los cereales y féculas, pero primando el consumo
de los integrales
frente a los refinados. Sigue siendo la base de la alimentación pero siempre en
base al grado de actividad física que realicemos.
3er
Nivel
Hablamos de otro nivel, pero si nos fijamos en la pirámide, este nivel
está unido al anterior ya que son grupos de alimentos de consumo diario en cada
comida. Aquí encontramos las frutas y verduras y, por supuesto, no puede
faltar el aceite de oliva como grasa principal. La ración de fruta debería de
ser de 3-4 raciones al día (que no piezas, pensemos en el melón en verano, la
ración sería una o dos rodajas dependiendo del tamaño, no el melón entero ni
medio melón tampoco) y la ración de verduras debería ser de 2-3 raciones al
día.
4º
Nivel
Este nivel es el dedicado a alimentos de consumo diario pero se diferencia
de los dos anteriores en que los debemos alternar para conseguir una alimentación
variada y equilibrada, hablamos de los lácteos, carnes blancas, pescados (tanto
magros como azules), huevos, legumbres y frutos secos.
5º
Nivel
Este nivel se dedica a aquellos alimentos que deberían consumirse de forma ocasional
como son los embutidos, las carnes rojas y aquellos alimentos con un mayor contenido
energético, en azúcares y sal como son la mantequilla, margarinas o
los patés. También se incluyen en este grupo las bebidas fermentadas como la
cerveza y el vino.
Finalmente, en lo más alto, llama la atención que se han
unido los suplementos
de vitaminas, minerales, etc. Esto plantea multitud de preguntas,
¿la alimentación es insuficiente para cubrir las necesidades? ¿Ha cambiado la
composición de los alimentos empobreciéndose y por ello, según el caso, debemos
suplementar? A lo largo de este 2016 se esperan nuevos documentos que iremos
valorando para ver el porqué de esta inclusión de suplementos, y si son
realmente necesarios.
Con esto me despido hasta el próximo post.
Realizado por Tamara Valencia Dueñas
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